El primero de agosto celebramos el día de la Pachamama. ¿Sabés del origen rural de esta creencia?

A esta altura de los tiempos que corren ya podemos resignarnos a aceptar que así como hay una matriz psicológica en la naturaleza humana por la cual siempre tendremos una tendencia a caer en los fanatismos, también tenemos una matriz por la que necesitamos sacralizar nuestras vidas, eternizar cada momento, darles trascendencia a todos nuestros actos. Y nuestras vidas particulares son esencialmente comunitarias, por lo que tampoco dejaremos jamás de asociarnos y de ayudarnos entre todos. Pero todas estas formas de vivir y de celebrar, tienen un origen muy antiguo.

Una breve explicación de la importancia de los mitos

Sostenía el filósofo y mitólogo rumano, Mircea (pronunciar Mircha) Eliade que los símbolos y los mitos no son creaciones irresponsables de la mente, sino que responden a una necesidad y llenan una función, cual es dejar al desnudo otros modos de ser, que se salen de nuestras historias cotidianas, presentes, y que nos remontan a un tiempo original, anterior a la historia, fuera del tiempo histórico.

Lucía de arena, de Martha Quiles

Al principio, la candidez adolescente es quien desafía y somete al saludable sueño de ser mayor.
Para ello, sólo le basta contemplar su íntegro florecer.
A poco de andar, la realidad, la hará rendirse.

Gaviotas, de Boris Elkin

Cuando la honestidad de la conciencia y el contacto con hombres dignos y paisajes campestres
se unen para moldear un espíritu asociado, entrañablemente, al arado, al perfume de la tierra fresca y al umbral del cielo, surgen bellas y tiernas inspiraciones como la siguiente

Manuel Andújar en La Peña

Manuel Andújar era un cliente de La Peña del Colorado, psicoanalista tucumano que alternaba medio mes en Buenos Aires y medio mes en Tucumán, donde tenía su familia. Me contaba que había trabajado unos quince años con presos. Venía a atender pacientes, en un departamento que alquilaba en la calle Corrientes al 600, aproximadamente, porque una vez estuve allí.

José Reyes López, “El Loco José”

José Reyes López, “El Loco José”, que elegía ir a La Peña porque decía tener oído fino “de caldén” y la misma concepción social que el Colorado.

Reír llorando – Juan de Dios Peza

“Ciertas veces, como en una comedia, la vida fuerza a interpretar la burla sutil de un disfraz, con maquillaje sonriente, para encubrir la angustia y la desdicha del ser sollozante y apenado que lo porta”. “Sejo” Sosa.

Soledad Montoyera – Marcelino Román

No importa el cómo, el dónde, ni el por qué. Pero, sabemos que el desamparo y las ausencias, con su epílogo, la angustiante soledad, suelen trazarnos un sombrío horizonte, que borra toda esperanza de alcanzar los encantos de la fraternidad, así como los de la entrecasa y sus misterios.
Y, lo peor, es que, es muy difícil, desterrar el rumbo de ese desconsuelo.